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¡GOOD BYE, POETAS!

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¡GOOD BYE, POETAS! Samuel Cavero Artidea editores "...el escritor ayacuchano nos entrega una obra que contribuye a enriquecer el panorama literario. Cavero es un escritor que no teme a la polémica. Fue uno de los primeros que se atrevió a escribir y publicar acerca de la guerra interna en el Perú.(...) Ahora asume el desafío de escribir sobre algunos ideales de los seres humanos, como la poesía, el amor, y la búsqueda de un mundo mejor. Samuel Cavero examina estos temas por medio del personaje El Poeta, quien ama a la poeta Constelada y lucha con las FARC colombianas para aprender a armar una revolución similar en el Perú. Novela novedosa y polémica que entra en una temática diferente...". (Dr. Mark R. Cox)

MORDECAYAO

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MORDECAYAO Juan Benavente /Lima, 1988 I Abruptamente se levantó el joven contador y exclamó: - ¡Escuche don Tomás! – Dobló la página del periódico e irguiéndose para estar más cómodo, empezó a leer en voz alta el titular de la noticia. “Por irregularidades es destituido Gerente de Mordecayao” – Fijó la mirada en el rostro del administrador que al escuchar con atención, poco a poco se le ensanchó la sonrisa a la vez que tomaba el diario para terminar de leer aquella oportuna noticia. - Entonces ahora sí nos darán el cheque. ¿No es así? - ¡Claro! – Exclamó el contador – además escobita nueva barre mejor. No va a ser como ese sinvergüenza que insinuaba “alguito”. Buena gracia, por qué pues. Nuestro trabajo es nuestro trabajo ¿No es cierto señor Torres? - Así es–. Confirmó el administrador e inmediatamente sugirió reiniciar la gestión para el cobro del cheque que ascendía a un millón quinientos mil intis, por concepto de servicio técnico de mantenimiento y reparación de algunas máquinas. -

LA ÚLTIMA CITA

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Cuentos de Juan Benavente LA ÚLTIMA CITA Luego de apelar espontáneamente a los servicios higiénicos de una agencia que encontró en su camino, Julio salía satisfecho, cuando justo al cruzar el umbral de la puerta metálica ve pasar a una joven señora que apresurada iba al mostrador. A pesar del tiempo transcurrido la reconoció, en definitiva, el armonioso movimiento de su cuerpo la delató. Finalmente decidió ir tras ella aun sin saber cuál sería su reacción al verlo después de siete largos años. - Así como le digo señora, hubo un pequeño percance y la unidad que va al norte debe pasar en treinta minutos, le pido comprensión. - Está bien. – Se resignó. – Esperaré entonces. Dio media vuelta para ir a sentarse en una de las pocas sillas desocupadas, cuando tropezó con Julio a quien miró un poco contrariada, no lo reconoció, claro cómo lo iba hacer si ahora tenía un acento más formal, usaba anteojos y exuberante bigote. - Buenas, Corina. La inconfundible voz rompió su fugaz parálisis y casi

FUE EN ABRIL

FUE EN ABRIL Christopher Nole Panana Fue en abril, cuando me corté las uñas de las manos y me salió sangre de los dedos. Me lavé los dedos con abundante agua y luego me di cuenta que ya no tenía uñas. Un momento después mis ojos caían y rodaban por el lavadero. Ciego y asustado, busqué una toalla. Me golpeé con la puerta y caí al suelo. Rogué a Dios. Ya en Junio, el hospital me dio de alta. Me habían puesto ojos de vidrio y mis manos... bueno, nunca toqué el violín tan bien desde ese entonces. La otra vez me lavé la cara y perdí las cejas y los labios. Tengo miedo de lavarme los dientes, o, aún peor, de bañarme. He engordado hartos kilos y mi piel sufre lesiones todos los días. El único placer del que gozo es la radio, que regala suaves pasiones a mis orejas de hule. Ya que esta enfermedad vino tan rápido supongo que se irá de esa forma tan misteriosa. Solo lamento que conmigo nadie quiera jugar de visita a las cartas.

LEYENDA EL TORO HUANCO

LEYENDA EL TORO HUANCO Rodolfo Gallegos Estupiñán Hace muchos años se oyó la leyenda (Toro huanco), dignos pueblos de ayer escribieron sus historias costumbristas, sus creencias del bien y el mal, la manera como imponían su voluntad en fuerza y su ley. La creación popular en cuentos y canciones, profundos mensajes de los pueblos, que sólo conocemos al leer su producción o ver la oposición al orden injusto que avasalla con su cultra extravagante y elitista, escribieron la leyenda Toro huanco. Mito que se produce en la cercanía de la irrigación de “Santa Rosa”, la ruta es ingresando por la Panamericana norte-río seco, con dirección a la hacienda Andahuasi, dos cerros se ubican formando una garganta y es conocida cono El ahorcao. El mito del Toro huanco se desarrolla en este espeluznante lugar, a las doce de la noche muchas personas veían a un toro negro, y su cuerpo iluminado brillante como un carbón ardiente despedía un color a azufre, sus ojos eran grandes como dos faros que iluminaba

ASTILLA BAJO LA PIEL / CARAMELO

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ASTILLA BAJO LA PIEL Juan Benavente Arturo sabía que llegaría a esa hora, por lo tanto se fue a la agencia. El día anterior muy preocupado y con el fin de evitar una segura desgracia, se dedicó exclusivamente a prepararse sobre lo que podría decirle para calmarlo. Bien sabía su reacción ante ásperos motivos; claro, si todo el tiempo estuvo metido en esto del ejército, luego como ayudante de estibador donde por lo general se aprende el lenguaje de la prepotencia. La vida lo había formado rudamente y su reacción tenía que ver con todo lo que aprendió. __ Y ahora qué le digo… cómo le digo. Casi nada me ha valido prepararme ayer… cada vez que se acerca la hora me pongo más nervioso y se me olvida todo lo que debo decirle __ Murmuraba mientras miraba una y otra vez su reloj. Transcurrió más de una hora de lo programado, cuando anunciaron la llegada del ómnibus procedente de Huancavelica. Entonces familiares y amigos que esperaban a los suyos se arremolinaron en el enrejado para ver mejor y

EL TÚNEL

EL TÚNEL Christopher Nole Panana Me metí dentro del túnel. Aguanté la respiración tres minutos valiente. Pasados los tres minutos respiré hondamente y la podredumbre inflamó mis pulmones. -¿Y ahora cómo vamos a sacar al cadáver?-No lo sé.-Mejor no lo saquemos, explotemos esto y vámonos ahora. Tengo hambre.-Pero dijo que teníamos que sacarlo.-No quiero.-Entonces lárgate.Caminó unos pasos al norte y lo atravesó una bala en la nuca cuando se detuvo. -¿Por qué mataste a Roger?No me respondió. Llamó a Juan y le habló al oído. Se besaron.-Ese cuerpo no se queda aquí. El señor Argüidas ha dicho que si no el trato se va a la basura. Estábamos en un desierto. La tierra parecía realmente plana aquí, y el cielo era tan inmenso como un mar. -¿Pero ahora quién va?.-Tú irás otra vez.-Pero ya has visto que no se puede.-Lo vas a hacer. Me amarraron los talones. Escupí. El sol tan grande y tan caliente... era maravilloso. Ese túnel horrible, en el que estaba el cadáver de ese hombre santo, parecía la