Sociedad de Poetas y Narradores

JOSÉ SANTOS CHOCANO (Lima, 1875 - Santiago de Chile, 1934) Como escribió en su poema, de muy joven empezó a recorrer el mundo, como diplomatico o aventurero. Su último viaje fue en Chile donde un desquiciado segó la vida del autodenominado "Canton de América". NOSTALGIA Hace ya diez años que recorro el mundo. ¡He vivido poco! ¡Me he cansado mucho! Quien vive de prisa no vive de veras: quien no hecha raíces no puede dar fruto. Ser río que corre, ser nube que pasa, sin dejar recuerdos ni rastro ninguno, es triste, y más triste para el que se siente nube en lo elevado, río en lo profundo. Quisiera ser árbol, mejor que ser ave, quisiera ser leño, mejor que ser humo, y al viaje que cansa prefiero el terruño: la ciudad nativa con sus campanarios, arcaicos balcones, portales vetustos y calles estrechas, como si las casas tampoco quisieran separarse mucho... Estoy en la orilla de un sendero abrupto. Miro la serpiente de la carretera que en cada montaña da vueltas a un nudo; y entonce

El poeta Julio Solórzano comparte esta carta con nosotros, publicada también en su blog ( http://juliosolorzano.blogspot.com/ ). El poeta José Pablo Quevedo, llegado a Alemania su lugar de residencia, le escribe mostrámdole su satisfacción por el éxito y la acogida en el Perú de su libro "Arte Regresivo", escrito en coautoría con Raúl Gálvez Cuéllar. Estimado Julio Solórzano Murga, hace poco estuve en el Perú presentando el libro ARTE REGRESIVO, hecho a dos manos con el poeta y filósofo y crítico peruano, Raúl Gálvez Cuéllar. El libro fue presentado en diversas ciudades como Lima , Huacho, Trujillo,Cajamarca y Cusco, lugares donde el libro tuvo la acogida necesaria y casi fue agotado. Además, ARTE REGRESIVO, fue difundido a través de los medios de prensa, la radio y la televisión peruana. Las presentaciones se realizaron en Lima, en el “Averno” bajo la conducción del poeta Juan Benavente y su programa de los Viernes Literarios; en la Ciudad de Huacho, fue organizado por el po

En su libro "Obras Poéticas" de 1864, el poeta peruano Clemente Althaus ya había escrito sobre la belleza de nuestra campiña huachana. Ahora con preocupación vemos como lentamente se va llenando de cemento... La campiña de Huacho Aura de estas campiñas fresca y pura, como en las hojas de árboles y plantas que con tu soplo inclinas y levantas, tal en mi canto imitador murmura; ven, y en torno suspira de las trémulas cuerdas de mi lira. Y tú, arroyuelo transparente y terso, cuya linfa se tarda serpeando, tu lento curso y tu murmurio blando remede el murmurante tardo verso; y, fiel imagen tuya, diáfano, perezoso, libre fluya. ¡Amadoras felices o inconstantes de las pintadas flores olorosas: rojas, blancas, doradas mariposas, de flor en flor eternamente errantes, que, en vistosos colores, sois joyas vivas o volantes flores! ¡Rebaño que ya paces, ya retozas! ¡Oh largas, verdes, rumorosas calles de ventilados sauces! ¡hondos valles! ¡Rústicas casas y pajizas chozas, que el amarill

Mi agradecimiento al escritor y filósofo José Pablo Quevedo de enviarme estos cuentos breves, en primicia. AUTOR: JOSÉ PABLO QUEVEDO Con las huellas de los zapatos también se puede dibujar Juan subió apresurado al tren urbano para escudarse de la lluvia que caía torrencial ese día de primavera. El hombre tenía los zapatos montañeros llenos de bar ro, a sí que cuando caminó por uno de los vagones del tren, las suelas de goma dejaron el barro impreso sobre el piso. Entonces, Juan se quedó detenido, admirando, lo que había hecho por la casualidad del temporal. Las huellas dejadas sobre el piso del vagón le parecieron, algo así como figuras, y el hombre creyó ver en ellas un caballo en pleno galope. Después el hombre levantando la mirada vio algunas otras huellas paralelas hechas por las suelas de otros viajeros, que eran como surcos entre los colores claros y marrones y negros del barro. Sin pensarlo dos veces, el hombre estampó otras huellas sobre el mismo vagón, y se

Chaco Gil mayo 15, 09 Estando yo en la ciudad de México en los primeros dias del mes de agosto de 1960 en una corta visita. aproveché para saludar al Ingeniero Simón Espejel, a quien sólo conoci por correspondecia filatélica. Busqué su nombre en la guia telefónica y nos comunicamos. Me invitó para su casa esa misma tarde. Fue un placer conocernos personalmente, y tambien a su familia.Regresé a mi hotel cercano al zócalo, o plaza de México. Me ofreció llevar al dia siguiente para un paseo turístico por la urbe. A las 10 AM. llegué a su residencia en el barrio de Tlalpan, y en pocos minutos salimos en su auto azul claro. Luego hicimos varias paradas en lugares de importancia. Me dijo, vamos para que conozca el Desierto de los Leones, bajamos en un bosque muy poblado de árboles gigantes. Le pregunté, ¿el desierto esta lejos? ¿Hay leones? No, no, mi querido amigo peruano. Asi le llaman este lugar, que quiza fue un desierto..Yo ya pensaba en encontrarnos con fieras melenudas y feroces. Nada