SILENCIO
SILENCIO No hay nada más puro que el silencio. Mi cuerpo, mi mente y mi alma gritan en silencio. Gritan al no hallarse comprendidas, gritan de dolor, pena, angustia, ira y temor. Esa melodiosa voz que endulza mis oídos, tan fina, tan bella, tan amada, se convierte de pronto en estruendo que retumba dentro de mi ser y me aniquila. Esa voz tormentosa que arrastra y hace naufragar un barco lleno de ilusiones hasta la orilla del mar. Pero el silencio sigue siendo puro y transparente. Mi voz enmudecida llega a los oídos de los confines del mundo con tanta claridad y firmeza. Mi silencio dice mucho, no es sumisión, ni carece de perfil bajo, no es derrota ni aceptación. Significa entonces paz, belleza y triunfo. Aquella voz iracunda aprenderá lo bueno y lo bello del silencio, aceptará su derrota unida a la terrible humillación que sufrirá. Un áurea radiante aplacará la oscuridad de tan temible voz. En la profundidad de mi alma, mi corazón entristece, pues aun no logra entender esta angustiosa...