Freddy Gustavo Pajuelo Atis

¡ César Vallejo Vive!


Acaso carezco de la palabra adecuada
Para rendir mi homenaje,
En el centenario de su natalicio,
Al poeta César Vallejo.
Pero me aventuro con mucho regocijo
A afirmar que nuestro amado poeta
¡ Vive!

¿Cómo va a dejar de existir
aquel se salió
del costado ensangrentado
de todo una raza?
Aquel hijo predilecto
De un hogar numeroso llamado pueblo.
Aquel que trasnochó
Destilando la medicina celeste
Para los dolores de nuestra Patria.
Y que nunca se vendió, ni se alquiló,
A cambio de un seguro de vida.
Si su presencia gravita y circula
En los dedos del hombre
Que afina herramientas
Para acabar con el hambre.
En la luz que cae verticalmente al agua
Haciéndola más pura.
En la llaga abierta
Como roja amapola en la espalda,
En la frente, en la rodilla,
En las manos de los que siembran el fuego
Para que florezca la libertad.


César, pasa siempre por nuestro lado.
Viene de perfil y nos roza.
Se disculpa, por su débil estructura
De humano condenado.
Camina sin saco,
Llevando nuestras miserias
En toda su estatura.
Él acabado de llegar de París.
Acabado de salir de una prisión de Trujillo.
Acabado de hospitalizarse
Para no acabarse nunca, él
Trilce, El tungsteno, Paco Yunque
Y otros frutos amargos y dulces
Contra el tiempo.
Cosechando todo los bordes del abismo.
Donde se precipita y no muere
El resplandor de la Tierra.
Donde corre la vena fresca de la Luna,
Para inmortalizarese
En el océano limpio de otra vida.

A pesar de los heraldos trágicos y
De los cuadrúpedos Atilas,
Que tanto hicieron para ocultar y silenciar
La vocación rebelde de César Abraham.
A pesar de lo que hacen hoy
Para quitarle poco a poco
El filo de su lengua.
Torciendo su figura
Para depositarlo dócil sobre un billete,
Que luego incinerarán,
Para impedir su probable resurrección,
Porque saben
Que su poesía tiene cuerpo y ánima
Tiene fuego sonoro. Verdad de piedra dura.
En un rosario de martillos y coronas
Que brillan de tanto sangrar.
Y en sus versos menudos
Como saetas de trigo,
Se fecunda en el territorio
Del martirio y de la gloria,
Para los hombres de esencia superior.
Así es que, se equivocan
Quienes han fabricado un Vallejo,
Para sentarlo a comer
Con esas solemnes vacas, que se hacen llamar
“ Padres de la Patria”.
No entenderán que César,
Orgánicamente de carne y hueso,
Continua su elevada labor,
A través de los brazos de los oprimidos
Del planeta,
A través de los humildes rotosos,
A través de los audaces,
Que se juegan por entero y en primera fila
Por el bienestar de los demás.
A través de los que apuestan por el nuevo mundo,
Para que se libere el explotado y el explotador.

Por todo eso y más, mucho más,
César Vallejo ¡ Vive!
Los pueblos son testigos:
habla español en España,
habla francés en Francia,
y quechua en Santiago, el de Chuco.
Vive y se agiganta a la distancia de cien años.
Él nos sonríe con su mano juvenil
Sosteniéndose el mentón,
Mientras nos dice:
“ HAY HERMANOS, MUCHISIMO QUE HACER”

Por supuesto,
También, que deshacer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Poesías a Tacna

FLOR DE MARIA DRAGO PERSIVALE

POETAS Y ESCRITORES REGIÓN LIMA