BERLÍN VISTO A VUELO DE PÁJARO
Escribe Ángel Gavidia
Pero Berlín también es un ejemplo de tráfico ordenado. Es más fácil hacer uso de transporte público que tomar un taxi. Nadie nos revisó si habíamos pagado o no el tique de transporte. Pero, supimos, que nadie hace uso de él sin antes haber pagado el referido tique. Es cuestión de cultura, de civismo: ningún postulante a alcalde de nuestros distritos y provincias habla de ello. Prefieren hablar del cemento cuando debieran reparar, también, en el tejido social, en la construcción de ciudadanía y, acaso, principalmente de ella. Susana Villarán pretendió acometer semejante tarea. Casi la vacan. En la capital alemana vi (con admiración y envidia) varias veces como el conductor de bus se bajaba para ayudar, mediante una rampa especial, a subir a un minusválido y hacer igual esfuerzo para bajarlo cuando llegaba a su destino.
Recalamos en un restaurante de comida italiana. El cocinero nos habló con respeto del Perú y su culinaria. Nos prendió una vela a mitad de la mesa, en verdad fueron varias velas, que la dueña del restaurante, una mujer dura y antipática, terminó apagándolas.
Finalmente visitamos un barrio que también fue judío, ahora lucía como uno de “cultura subte”, en él hallamos un museo en homenaje a Ana Frank. Me quedo con su mirada limpia, purificadora, tierna, alumbrando al “oscuro corazón del hombre” como hiciera decir Ciro Alegría al sabio alcalde de Rumi, don Rosendo Maqui.
Comentarios