Luis Quispe Cama
Luis Quispe Cama, nace un 18 de Mayo del año 1933 en Cañete, en donde realizó sus estudios primarios. La secundaria Técnica en el Instituto “José Pardo” de Lima, y sus estudios superiores en la Escuela Internacional de los Estados Unidos de Norteamérica, en la especialidad de Ingeniería Eléctrica.
Practicó el ciclismo, en los años 50 llegó a ser campeón de la Provincia de Cañete. En el año 1960 contrae nupcias con doña Brígida Ojeda, llegando a tener cuatro hijos: Luís, Alberto, Norma y Carmen Rosa. En el año 1986 muere su hija Carmen Rosa. La familia recibe el golpe terrible, y como consecuencia le impulsa a tomar el lápiz y ensaya la vida de su hija titulada “Carocha”.
Luego del éxito de esta obra, escribe “El Valle del Huarco: la Troya de América”. Después “Grata Flor de María” y, luego “Flores después de la Muerte”, libros que han sido presentados al público lector de Cañete y Lima. Dentro de las celebraciones del Centenario de Creación Política de Imperial, Luis Quispe Cama, recibió el justo y merecido reconocimiento de las autoridades de la Municipalidad Distrital de Imperial, por su contribución a la cultura y educación. También su trabajo literario recibió el reconocimiento del Gremio de Escritores del Perú, que a la vez le sirvió como vitrina para exponer sus obras en la ciudad de Lima.
Este año Luis Quispe Cama recibirá el homenaje y reconocimiento de la Sociedad de Poetas y Narradores a través del IX Concurso Regional Escolar de Declamación “Luis Quispe Cama” a realizarse en los meses de setiembre y octubre del presente año, en las nueve provincias de la Región Lima.
CAROCHA
Caminaba a prisa por la penumbra oscura
a exigencia del presagio que se imponía en mí:
llegar pronto donde dormía ella
y al llegar, hacia ella mi mirada dirigí
Es ella –me dije– con el frío en el alma
Carocha estaba blanca, pálida y en calma.
su rostro me decía de un calvario sin piedad
y quedé absorto como ante una divinidad.
Al mirarlo se me nubló el corazón
como la nube gris que cubre la luz del sol,
se me enfermó el alma y perdí la razón
al verlo dormida en dulce sueño eterno.
Entonces quise gritar que estaba viviendo
una horrible pesadilla y quería despertar,
la madre María desde el cielo me dijo:
“Carocha camina por el espacio y el tiempo”.
De entre dos columnas de ángeles en el cielo
agitaban ramos florales e iban orando:
“Carocha la más pura. Carocha la más santa
va por lo infinito, al silencio eterno”.
Referencia: Blog de Luis Quispe Cama
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