LAS FIGURAS EN EL REINO DE LO MUDO

Las figuras en el reino de lo mudo
José Pablo Quevedo
(En Homenaje a las víctimas del Terror de Estado de Fujimori
y a las siete detenidos por orden del ministro del Interior)


Qué había soñado Pablo, que había sido tan importante para aquel hombre volver a reconstruir su propio sueño: una ciudad que le pareció muy silenciosa, la gente que creía haber visto anteriormente, la misma gente yendo y viniendo como si fueran casi autómatas, las conversaciones sigilosas y raras que ellas hacían. Se pasó entonces, algunos momentos sentado sobre la cama recordando lo soñado, pero a pesar que su memoria insistía, no pudo reconstruir lo que había soñado. Y así estuvo aquel hombre intentando abrir una grieta de aquel sueño, hallar un hilo que lo llevara hasta el punto de partida, pero por más que buscó removiendo muchos de sus ángulos, no pudo, al contrario, lo venció el cansancio y se quedó dormido nuevamente. De pronto, en su sueño notó que una persona vestida con un traje lila y rayas verdes, le hablaba a otra persona, muy despacio, como sin articular palabra alguna, y él mismo se dijo, en su sueño: Curioso, aquí hay solamente hombres que ríen, que no hablan, que solamente mueven las manos y hacen gestos. El ruido del reloj despertador lo despertó como si hubiera sonado una detonación en sus sienes. Maldijo, esta vez, por no poder continuar aquel sueño, pero sus propias palabras habían quedado detenidas ya en la imaginación del muchacho, en esos segundos últimos de su sueño, y aquello le pareció a Pablo que sería la continuación de aquel otro sueño, que había intentado reconstruir, sin haberlo logrado. Después el hombre quedó solamente mirando la noche, intentando olvidarlo todo.

Semanas después volvió a soñar Pablo y volvió a repetirse aquel sueño anterior y cuando el hombre despertó otra vez, e intentó reconstruir ese sueño, no pudo lograrlo, y así el hombre dejó las cosas, sin buscar ya de imaginarlas, antes bien se acostó en la cama hasta que el cansancio lo venció, y ya dormido nuevamente empezó a soñar, y en ese sueño descubrió un hombre vestido de color negro con rayas blancas, el cual hablaba ante un micrófono, anunciando: Ahora este país es de mudos, y está prohibido hablar palabras incorrectas, ese derecho solamente lo tenemos, nosotros, las figuras de color negro con rayas blancas. Nuestras voces, bien formaditas, se pueden escuchar en las radios y emisoras que no han sido entregadas a instituciones privadas. Las últimas palabras vertidas por aquel hombre se grabaron en la cabeza de Pablo, antes que las campanas de la iglesia, que tocaban las primeras horas de la mañana, lo despertaran de aquel sueño, que ahora, ya no quería continuar.

Más una noche, Pablo fue a la búsqueda de ese sueño que semanas antes había empezado, y que se había diluido, muchas veces, en los laberintos de su cerebro. Al hombre se le ocurrió, entonces, poner la música de un disco de conciertos de Max Bruch, y se acostó cerrando los ojos, tratando de no pensar en nada, sino más bien de llevar a una parte de su cerebro aquella música. Quedó, otra vez dormido, y vio aquellas dos figuras vestidas de negro y con rayas blancas, que estaban ante un micrófono, hablando: Día bueno, en un día nublado. Hoy, para todos nuestros oyentes, les damos a conocer, los programas más interesantes y divertidos del momento: El canal 2, emitirá la telenovela, Sueño de juventud; el canal 4, la telenovela María Mercedes; el canal 5, Me llaman Lolita; el canal 9, la telenovela, Yo amo a Pepita Gallego; el canal 11, Mi bella genio, una serie estadounidense; el canal 13, los Picapiedras. No se lo pierdan! Y, por si fuera poco, el canal 7, estará transmitiendo en vivo y en directo el programa Mesa Política que reúne a los más destacados comentaristas del país. Pero, no se salga de nuestra sintonía, sino, tendrá un hueco negro en la memoria.

Pablo, intentó salir de ese sueño, que le pareció que no era el suyo, pero no pudo salir de él, y antes bien en su cerebro se siguieron iluminando nuevamente esas figuras que desde el principio le habían perseguido, y nuevamente dos de ellas hablaban. Aquí no va a ver comentarios! Ves Figura O, aquí es necesario, que las otras solamente nos entiendan y que ellas se entiendan con la manos, dijo una Figura vestida de lila con rayas verdes, que esta vez, se había puesto unos anteojos. Despertó Pablo casi sudando, al oír una detonación en la calle que hizo volar los vidrios de las ventanas de algunas casas. Asomó a una de las ventanas para ver lo que en la calle pasaba, y vio como un grupo de policías perseguían a unos manifestantes, quienes llevaban unos carteles con inscripciones y a quienes les lanzaban bombas lacrimógenas. A Pablo le pareció que lo que sucedía, ahora coincidía con su sueño, esas extrañas figuras, los policías, los manifestantes. Prendió la radio para escuchar las noticias del día, y de pronto oyó la voz de una de aquellas figuras, que habían aparecido también en sus sueños: Y ahora pasamos a las noticias de hoy, 5 de abril de 1992. El Presidente de la República, y el Poder Legislativo, acuerdan disolver el Congreso, esta mañana lo hicieron conocer a la prensa; asimismo el alto Mandatario anuncia que reformará el Poder Judicial. También manifestó, que las Fuerzas Armadas y policiales continuará la lucha contra el terrorismo para lo cual ha sido creado un nuevo organismo competente.

Pablo ese día, fue al trabajo un tanto pensativo, y habló con algunos amigos, sobre aquel sueño que siempre empezaba, pero que nunca terminaba, pero cuando les habló sobre la figura de la radio, cuya voz también había conocido en uno de sus sueños, de pronto, uno de sus amigos, haciendo ademanes, le dijo que bajara la voz, que hablara sobre aquello, pero en otro lugar, que no eran momentos en que se podían confiar. „Ahora, uno debe hablar, fácilmente con los ojos o con las manos.“ Le advirtió, y después ese hombre se puso al frente de su computadora, y haciendo algunos esquemas para una nueva marca de cigarros, dejó de vertir palabra alguna, quedó como si fuera mudo.

Por la noche Pablo puso nuevamente la música de los maestros del clasicismo alemán, de un disco que después del trabajo había adquirido, y deseando continuar esa misma historia que había empezado, intentó empezar aquel mismo sueño hasta quedarse dormido, y en eso, acudieron aquellas dos figuras, que se le habían aparecido al principio de sus sueños.

- !No, no Figura O, tú debes de cuidarte. No debes de hablar en alta voz, ni tampoco reírte estruendosamente, ni siquiera toser. Aprende a mover los ojos, y las manos! !Si, si, algo de mímica y así habrás aprendido la lección fácilmente! Le dijo la figura de traje lila y de rayas verdes.
- Porqué Figura T? Qué pasa, aquí?
- Aquí? Nada! Todo es normal!
- Qué es lo normal? Acaso, nadie se da cuenta que ya no debemos ni siquiera hablar!
- No hables tan alto, sino te pueden escuchar. Eso está contra la ley. Tú no puedes gritar y ni siquiera emitir un pensamiento en voz alta. Habla si, pero solamente lo más necesario. Este país es ahora el país de los mudos.

Nuevamente Pablo, despertó sudoroso y asustado. En aquella figura T se había reconocido, el mismo, pero a la figura O no le pudo ver la cara, y el hombre quedó pensando para sí, que tras la cara de esa figura, tal vez, habían otras caras. Ese día Pablo, como todos los domingos fue de compras al Mercado Mayorista, pero se detuvo ante un quiosco donde mucha gente leía los titulares de los periódicos. „Gobierno promulga ley de arrepentimiento“, „Nueva ley de denuncias contra el terrorismo“.

De pronto, antes de que Pablo llegara a la avenida Aviación, vio como un grupo de policías golpeaban a un hombre, que había gritado momentos antes: „ Abajo la ley de denuncias!“ Pablo quiso socorrer a aquel hombre, pensando, que el derecho de protestar amparaba a cualquier ciudadano, pero de pronto aquella figura vestida de lila y de rayas verdes que había visto, una vez en sus sueños, lo detuvo. „ No, ahora, eso le podría costar la vida! Si usted ayuda a esa persona, será usted un hombre muerto! Le dijo aquella figura y se perdió entre la muchedumbre rápidamente, sin que Pablo pudiera atinar a responder una palabra. Después vio como la policía subía al detenido ensangrentado en un camión.

Ya en su casa Pablo, con los recuerdos de la mañana, volvió a prender la radio, para escuchar las noticias del mediodía, donde alguien anunciaba las nuevas noticias. „Y aquí, amigos del aire, las nuevas informaciones y las primicias de Radio Cambio Noventa. „ Se deja sentir el eco de la población ante la nueva ley de denuncias.“ „ Ya hay, un centenar de sospechosos, que han sido capturados y que también están siendo investigados“. „Existe una estrecha cooperación entre la población y el gobierno ante la nueva ley de denuncia contra el terrorismo, así lo hizo conocer un portavoz del Ministerio del Interior. El mismo se refirió, que ya hasta las amas de casa han comenzado a denunciar a los maridos que participan en actividades subversivas, y hasta se han registrado casos en que los maridos las obligaban a sus mujeres a participar en actos subversivos.“ Otra fuente del mismo Ministerio, anunció, que los casos de denuncias están siendo tratados con absoluta reserva, y que los nombres de estas personas no serán dados al conocimiento público. Además indicaron, las mismas fuentes, que en la lucha contra la subversión están unidas todas las instituciones armadas, bajo un solo comando; mientras que otro vocero, manifestó, que ya existía una cooperación y ayuda desde el extranjero en la lucha contra las drogas y el terrorismo.“

Después de la comida Pablo trató de ordenar el caos que había en su cerebro. Aquella figura de color lila y de rayas verdes, que en la mañana había detenido su acción, no era algo irreal, ni algo que solamente visitaba sus sueños. Y como no supo explicarse lo que le sucedía, o de comprender exactamente lo que es sueño y lo que es realidad, se le vino a la cabeza, que soñando también podría encontrarse con la realidad, o algo parecido. Cerró los ojos ante la música que lo inspiraba para ganar nuevamente el sueño. Pero antes de caer profundamente dormido recordó una breve historia que le contó su abuelo: Yo viví, antes, en un pueblo que perdió la memoria, yo creo que ha sido el único caso que se registra en los anales de la historia. Pueblo Dormido, y que bien valía la frase de aquel gran peruano, que decía: „El Perú es un pueblo sin memoria“. Desde que nací, todos allí, tenían un sólo nombre que el cura de la parroquia había dado sin distingo. Por eso, los Ignacios y las Marías abundaban a montones. Y, cuando algún político venía y les prometía sacarlos de esa miseria, todos iban a aplaudirlo y después lo elegían, y cuando el político no cumplía lo ofrecido, Pueblo Dormido también se había olvidado de lo que aquel hombre les había dicho. Y esto, era como una rutina, y cada cuatro años se volvía a votar, y se elegía al mismo hombre que siempre les prometía llevarles el progreso y otras muchas cosas. Pero tanto era la desmemoria de Pueblo Dormido, que aquel político, aún estando muerto, en los últimos comicios, registró una alta votación, y acaso, esto hubiera durado hasta la eternidad, sino hubiera sido porque un día a este pueblo llegó un hombre, y como me lo contaron nuestros mayores, ese hombre cayó como del cielo, al parecer de una nube, y fue escribiendo día a día lo que Pueblo Dormido había hecho desde hace mucho tiempo, y todo lo que le fue contando por la gente, diariamente.

Este hombre llamado Ángel, y que tenía una barba patriarcal, fue describiendo asimismo a todas las especies de animales y de plantas que hay a los alrededores de Pueblo Dormido, y también se dio el trabajo de enumerar los ojos de agua y los lagos que eran de beneficio para ese pueblo. Más adelante invitó al pueblo a soñar, más cada día, y a conversar entre ellos mismos sobre sus sueños, pero también les instó a reírse, y estos así lo hicieron, tanto que Ángel, una vez, les dijo: „Hay que llevar a los sueños lo que uno quiere hacer verdaderamente. Mejor dicho, no hay que dejar que los sueños ocurran por ellos mismos.“ Y así Pueblo Dormido, fue recuperando con el correr de los años la memoria.

Según, él mismo Ángel, y como le fue dicho a nuestros padres, la pérdida de la memoria de Pueblo Dormido, fue debido a una Ley de Denuncias que había sido dada por uno de los gobernadores de la Provincia Mayor en contra de los abigeos, y esta ley fue a parar también a este pueblo, aún cuando aquí no la necesitaban, ya que en este pueblo nunca había habido un robo, y como aquella gente andaba con mucho temor, pues los soldados disparaban o ahorcaban a los que eran denunciados, la población por tener un solo nombre tanto para los varones como para las mujeres, ante el temor de implicar a uno y verse implicado con esas denuncias, entonces optaron por no hablar y por esto, perdieron posteriormente la memoria.“

Pablo entonces, cerró nuevamente los ojos y como se dio cuenta que estaba en el umbral de aquel sueño, que nunca acababa, y que no sabía porqué, aún consciente, se le ocurrió introducir a aquella figura que en el traje lila y de rayas verdes, aquella mañana, había detenido su accionar, y luchando por lograr este propósito, empezó a soñar. Y efectivamente, allí en sus sueños apareció esa Figura y ella habló: „ En el país de los mudos, sólo lo más necesario nos está permitido hablar. Una o dos palabras bastan para poder entenderse, el resto está de más. Viste? Ese día cuando aquella figura en el mercado quiso expresar sus pensamientos, aquellas figuras de negro y de rayas blancas la dejaron sin palabras, has entendido Figura O.“


- Sucede esto a menudo Figura Lila?

- Aquí, hay muchos ojos que te miran, sin que te des cuenta. El observador puede estar detrás de una columna o estar sentado en un café, o pareciera estar andando por la calle, o está a tu lado. Mira con disimulo, esa figura que ahora lleva anteojos, antes llevaba un sombrero. Ella solamente simula leer el periódico. (Se oye un disparo)
- Y eso, que fue, Figura Lila?

- Silencio! No hables! Mira esa figura vestida de azul y camisa de rayas blancas, que está derribada en el suelo, alguien le ha disparado por la espalda.

- ¡Oh, La figura esta luchando contra la muerte! Desea decirnos algo. Debemos de ir hacia ella para ayudarla!

- ¡No, espera! Esa figura conocía demasiado. Esa figura también era pieza de los que han elaborado esa ley de denuncias, y habló o quiso hablar, sobre algo, que le pareció injusto. No vayas allí, no te expongas al peligro. Vendrán más figuras de traje negro y rayas blancas. Ahora, debes de cerrar los ojos como si no hubieras visto nada. Haz como si estuvieras mudo.


Cuando uno busca los sueños, debe aprender a buscarlos y saber introducirse en ellos, le había dicho también Ángel, el hombre de la barba de patriarca al abuelo de Pablo, y aún más, afirmaba, que las razones no hay que buscarlas en la memoria solamente, sino en la razón que origina su pérdida. „A mí, después Pueblo Dormido, me pidió que siguiera reconstruyendo la historia, que había empezado Ángel, y yo también di lo mío, y tú lo harás Pablo, aún cuando estés trabajando de archivador en esa fábrica de tabacos. Todo principio no es nada fácil, pero con los años que pasan, todo te parecerá una rutina, y a veces, no sabrás, si la realidad o el sueño es lo mismo. Pero los pueblos para ganar lo que han perdido tienen que conversar y también aprender a hacer las cosas por ellos mismos.“


La voz del abuelo que también se había introducido, esta vez en el sueño, lo despertó, y Pablo sintió que esa historia se hacía más extensa, y que nuevos personajes iban saliendo a su superficie.

Por la mañana, como de costumbre Pablo acudió nuevamente a su trabajo, y notó que faltaba el amigo, que una semana antes, le había advertido, que de los sueños era mejor hablar en otro lugar, porque no eran momentos de confiar en ese país. Y cuando Pablo, preguntó a los demás por aquella persona, nadie le dio una respuesta convincente, hasta que un empleado del personal administrativo, le dijo, que él había renunciado a su puesto de trabajo y se había ido a su pueblo, sin decir a nadie, nada. Y cuando una semana más tarde, no vio a otro colega, alguien también le explicó, que había sido por motivo de renuncia, y que ese hombre había conseguido algo mejor. Pero, cuando días más adelante, sacaron al jefe de personal de esa compañía de tabacos, Pablo, ya no pudo entender lo que allí sucedía, y el miedo le empezó a penetrar en su cuerpo. Y esta vez, ya no preguntó lo que a ese hombre le había sucedido, muy por el contrario, el hablar de Pablo se fue haciendo más lacónico, más introvertido, mientras que los otros amigos, se reían de los últimos chistes que habían visto en la televisión o que ellos mismos inventaban, o en las rémoras que se pasaban horas enteras contando sobre el deporte.

Una tarde que Pablo tenía libre, la cual había pedido permiso para ir a recoger sus nuevos documentos, al pasar por uno de los corredores de uno de los ministerios vio una enorme fila de hombres que pugnaban por sacar sus pasaportes. Algunos otros hombres se le acercaron, diciéndole que por cien dólares, también tendría el suyo de inmediato. „ Afuera todo es mejor“, le dijo, uno de ellos. Pero cuando bajaba por una de las escaleras de aquel edificio tropezó con el amigo de la advertencia de la fábrica de tabacos. Pablo intentó conversar con ese hombre, pero lo notó nervioso y apurado: „Me voy!“, le dijo, en tono lacónico y casi desgarrado. „Este lugar, es para mudos y para locos y nadie se da cuenta“, le advirtió. Y sin decirle otra palabra más, lo vio ganar casi rápidamente la calle.

Esa noche, Pablo deseo soñar, más que antes, y se introdujo al lugar, que su abuelo llamaba Pueblo Dormido, y allí vio a ese hombre de barba patriarcal, que anteriormente también lo había visitado en sus sueños. Ángel estaba sentado, escribiendo ante una gran mesa desordenada con muchos papeles. „Todavía no ha concluido la historia de Pueblo Dormido“, dijo el más viejo. „Ya estamos algo curados, pero hay cosas que se repiten, y que son la causa para que surjan otros Pueblos Dormidos“, agregó, pero nuevamente le advirtió: „Tú tienes que conocer y continuar escribiendo esta historia, porque todas esa figuras, que has visto, también han vivido en Pueblo Dormido, sólo que al principio, uno cree, que son parte de nuestros sueños.“ Luego le recomendó ir a la Biblioteca Nacional para buscar en los documentos más antiguos alguna pista sobre la historia de ese pueblo.

La mañana de un día domingo, Pablo fue a la Biblioteca Nacional y allí pidió algunos libros de historia de algunas lugares cuyos nombres estaban casi olvidados, o que ya no figuraban en esos archivos. Al hombre después de dos horas de espera, le fue entregado algunos documentos casi polvorosos, y el mismo bibliotecario le sonrió cuando se los dio con sumo cuidado. „Estos están durmiendo el sueño de los justos, muy pocos los leen“, le dijo. „Yo busco entre ellos, el nombre de Pueblo Dormido, ha oído hablar, alguna vez de él“, le preguntó Pablo. El rostro del bibliotecario se puso serio y la risa que antes tenía dibujada se borró como por acto de magia. Pero, antes de responderle, miró por todos los lados y después tocándole en uno de los hombros, le dijo: „Tal vez, usted tenga suerte, mire bien, sobre todo, cuando vea subrayadas las palabras: memoria, historia y conciencia.“ Pero repentinamente el bibliotecario dejó de hablar cuando un hombre con gafas asomó por una de las puertas, el tono de voz cambió, entonces: „Si tiene problemas con leer algunas cosas ya borrosas, usted me avisa“, le dijo, cortando la conversación iniciada, y le invitó a ir a sentarse ante una de las grandes mesas. Pablo notó que aquel hombre de gafas, se le acercó al bibliotecario para pedirle algunas revistas y luego se sentó al frente de él, muy cerca de su mesa.

El empleado de la fábrica de tabacos, pasó todas las horas del día en la biblioteca y se metió en aquellos documentos tratando de dar con la pista de aquel pueblo, hasta que en una de aquellas páginas amarillentas de algunos de aquellos documentos, ya en letras casi borrosas, encontró la breve descripción de algo que llamó su atención. „Los choques, ya sean económicos o políticos, o como sean, siempre son la antesala y el apoyo de los tiranos y los dictadores para poner a dormir a un pueblo, para introducirlo en un sueño de invierno. Esto siempre a ocurrido, aún en los cuentos de hadas, como aquello que pasa, que para arrebatarle la corona a un rey, alguno de sus familiares se compromete con al Jefe de la Guardia Personal. Y así, primeramente, contando con la complicidad del Jefe de la Guardia, se asegura a todos los otros estamentos militares, y con ello también se asegura, el poder; segundo, a los que se rebelan, se les abre la cárceles para victimarles la memoria, o en todo caso, con los más volubles, se negocia con diplomacia y astucia hasta comprarles el alma; y tercero, la nueva historia de una dictadura se debe empezar después de triunfar en un intento sedicioso, pero hay que saberla adecuar de acuerdo al manejo de las reglas más nuevas de información y de comunicación. Y dentro de ellas, hay que registrar las formas que cortejen al nuevo régimen, finura de voces que vayan desde lo cursi hasta lo grotesco para divertir a la gente. “


Pablo anotó con cuidado las últimas frases en una pequeña libreta y después entregó los documentos al bibliotecario con quien anteriormente había hablado. „Tuvo problemas con la lectura?“, le preguntó el bibliotecario. „ !Aburrida, muy aburrida! A veces, algo ilegible, pero, allí, estaban las tres palabras que necesitaba. !Gracias!“. Y diciendo esto, miró a los ojos de ese hombre y se despidió de él, aún siendo observado por el hombre de gafas, que miraba hacia las afuera, desde una ventana.

Esa noche, el empleado de la fábrica de tabaco, introdujo en sus sueños nuevamente al hombre de la barba de patriarca, y en un momento de sus sueños, como si estuviera hablando concientemente, le dijo: „ Yo no creo, que sea posible que Pueblo Dormido perdiera la memoria.“ Ángel, quedó sorprendido al oír al hombre, pero miró sonriente a Pablo, y asentando la cabeza, le respondió: „Tiene usted razón. La lucha de Pueblo Dormido fue de resistencia. Su memoria, después de aquel choque, pasó a ocultarse como si fuera un río subterráneo, pero este pueblo no durmió verdaderamente, sino que su memoria pasó a las profundidades más ocultas de la tierra, y allí en una identidad consciente yació en cada individuo. Fue como toda ley de defensa en el cuerpo humano que repele las sustancias dañinas, y por eso, Pueblo Dormido, nunca durmió. Antes bien, fue creativo, y con ello, evitó posibles pérdidas humanas ante la brutalidad de esos hombres de trajes negros y de rayas blancas.“

A la mañana siguiente, Pablo regresó alegre al trabajo, saludó a sus amigos y como si algo raro le hubiera ocurrido, les dijo, que él estaba inventando un nuevo lenguaje para la mayor rapidez de los archivos de la fábrica y que todo iba a ser más fácilmente en el futuro, al menos para él. „Bueno, cuando haya terminado todo ese nuevo alfabeto, se lograrán nuevos resultados. Esto va a ser de otra dimensión para una nueva comunicación. Por lo pronto hay que conformarse con las nuevas computadoras“.

Y un día, el empleado de la fábrica de tabaco, contó la historia de aquellos dos hombres que se conocieron por muchos años en Olbuep y Odimrod. „Uno se llamaba Ángel y el otro Ernesto, y el segundo era mi abuelo. Los dos vivieron en Olbuep Odimrod, dos lugares frente al mar. Del Primero, dicen, que el curó la memoria de la gente de este pueblo, que se habían olvidado hasta de sus propios nombres, introduciendo el discurso de la mímica ante el espejo. Como la mitad de ellos, ya ni siquiera sabía cómo se llamaba, Ángel, les regaló un espejo, y les dijo, que frente a él repitieran: Yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo... Y que esto, lo hicieran tres minutos por día. Cuando la mitad de ellos, empezaba pronunciando el yo, y después rápidamente pasaba a decir, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, ese yo, en la velocidad de la lengua se trasformaba en: oy, oy, oy, oy, oy, yo, oy... Y, cuando ellos, le preguntaron, el porqué el yo, se convertía en oy, Ángel respondió, que ese era el lenguaje del espejo, que aquello que se repetía era su reflejo, la otra realidad, y eso, justamente, era la clave para el no olvido. Y él decía, que de seguir ellos así hablando, se iban a desarrollar otras palabras, y estas, después las iban a crear y utilizar. Y ellos, así lo hicieron. Y así, después de iniciado aquello, se fueron formando otras palabras, pues el espejo no sólo repetía, sino les hacía crear otras palabras, y en ese jugar, creando palabras los mantenía siempre despiertos. Y cuando algunos forasteros, venían para preguntarles, ellos respondían con un lenguaje totalmente desconocido, y como todos hablaban de la misma manera, los forasteros al no entenderlos, pues se dijeron, que ese pueblo había perdido la memoria, y que allí, no había nada qué hacer. Entonces lo llamaron, „Olbuep Odimrod“, y que en el lenguaje del espejo, significa, Pueblo Dormido.

Yo sé que yo nada sé /al menos que yo sepa/ que yo soy un agujero negro/ por donde se cae el cielo hecho pedazos/ por nada/ de la nada/ y sé que soy nada/ pero soy/ era/ seré/ fui/ habría sido/ fui hecho/ si no hubiera sido/ que fuera/ y que fuera/ si no hubiera sabido/ lo que no sé/ nada.
Pero, cuando Ángel murió, mi abuelo siguió desarrollando un nuevo lenguaje, y así, Pueblo Dormido, habló el leguaje de las sombras y con las sombras se reflejó el lenguaje del mundo de arriba y del mundo de abajo.
Esa noche acudieron a sus sueños, lo que desde mucho tiempo se deseaba Pablo, la continuación del sueño con aquel hombre vestido de lila con rayas verdes, que había detenido su accionar en dos oportunidades. Aquel hombre en sus sueños le había mencionado la palabra, „País de los mudos“, y el archivador quería saber, que había detrás de ello. La huída rápida de aquel extraño hombre en el mercado y posteriormente su presencia cuando un disparo había tocado a otro hombre dejándole muerto en una calle. Aquel diálogo que había quedado entre los dos a medias, Pablo lo inició en el momento que se oía aquel disparo y donde escuchó su propio gritó: „A un hombre le han disparado, está luchando contra la muerte, está en el piso, suplica ayuda, quiere decir algo“.

- No, no vayas! Espera! Esa hombre sabía demasiado, era un denunciante, pero se dio cuenta que las leyes de denuncias, impuestas, eran injustas. Y como ya no estaba de acuerdo, y quiso denunciar los planes de aquellas figuras de trajes negros y rayas blancas, y tenía las pruebas y los documentos y los videos para demostrar la culpabilidad de los que ahora gobiernan desde „Casa Cordero“, algunos agentes lo descubrieron, y le amputaron los dedos de las manos con una sierra eléctrica. Pero esa figura, aún así herida escapó, y por eso, le dispararon por la espalda!

- Vamos donde está! !Ella está levantándonos su mano sana! !Tiene algo que entregarnos, es un video-casete!

- No, no te expongas al peligro! Ves, ese hombre con gafas verdes está mirando a quienes se le acercan. Te matarán! Déjame a mí hacerlo! Me acercaré donde ella, disimuladamente.

- No, yo te acompaño!

- Cuidado, arriba, otras figuras de traje negro y de rayas blancas traen unas sábanas, para taparlo y llevárselo!

- No! Todavía la figura intenta decir algo. Ves? Mueve la mano sana contra el suelo. Tal vez, es la verdad de su muerte!

- Los otros hombres cierran el camino !Huye, ahora! Esa hombre que agoniza soy yo mismo, no reconoces al amigo, el de la fábrica de tabacos, quien tenía la tarea de detectar a todo sindicalista sospechoso, pero que después, al darse cuenta de esta farsa, intentó escribir otra historia para que Pueblo Dormido recuperase su memoria. Yo, ahora, estoy viéndome en ese mismo espejo, en ese lugar, y lucho contra la muerte. Y tú archivador, tu Pablo, tienes que seguir escribiendo esta historia, pues uno, no debe de callar, sino gritar, seguir luchando para la vida.

José Pablo Quevedo

http://www.josepabloquevedo.com/

Bernau, marzo de 2008

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