EL NEGRO DE BERENJENAS
Te das cuenta mujer que hoy no comieron nuestros hijos, que'l camote ya les cansa, que'l pan y el té no les basta, que'stos brazos negros , flácidos, dan asco, dan miedo y hoy tampoco tuvieron trabajo? Que vendemos, negra, sí ya casi nada llevamos puesto, sí hasta el pecho lo tengo vacío y este puñal ¡caray! Este puñal no lo suelto, por que un día cualquiera d'estos, nos va' dá de comer el descanso eterno. ¡Maldito accidente el mío!... Me parece que'ra ayer Cuando todos nos reía El negro José era fuerte, nuestro hijos comían, y tú eras la zamba más linda en cíen callejones a la redonda, y las joyas no tenían más brillo que tus carnes de luna llena. Pero, vino ese hijo de pu... dientes con Satán manejándole el auto y mí sangre quedó regada junto a tu llanto, junto a mis fuerzas. “El niño no tuvo la culpa, fue el negro de berenjenas...” . dijeron ayer los doctos y hoy... ¡Hoy no comieron nuestros hijos! Carlos Orellano Miranda, poeta natural del Callao.