Huacho, lucidez y esperanza
JOSÉ PABLO QUEVEDO Huacho, lucidez y esperanza (A Julio Solórzano, con mi aprecio de siempre.) Lápiz abriendo una ensenada al mar, ola que ante la nube toma el color del eterno cielo, ella va caminante hacia la pirámide de piedra con la nube alta y rosacia que la enciende. La ola sacó piedras de cantos rodados de los ríos que enmudecieron , hizo el tiempo triangular de sus calendarios, dio la eternura a sus hijos labradores en el poncho del color abierto con la tierra. La ola que acredita sus bemoles, suspendida está en una manta y detenida en Caral donde reposa la cabeza de la Paz Humana , la lucidez y la esperanza de mil años. Sobre el pecho de la ola infalible la luna asoma, los peces brillan, se mueven hamacados, ruidosamente como cántaros silbadores el alba nace, se procrea, un rayo de sol se levanta. La línea es la filosofía de la ola, que se construye y se destruye eterna con el parpadear de su luna, en el ojo avizor que