Raúl Gálvez Cuéllar intelectual revolucionario
Por Raúl Gálvez Cuéllar
Gracias estimado Poeta. Efectivamente no son sino pequeñas
reflexiones que surgen de un vistazo a nuestra realidad, con vista al
pasado histórico, donde las fuerzas productivas de los trabajadores
fueron a llenar las arcas de las clases dominantes, cuando en buena
ley estos esfuerzos debieran ser para quienes las generan. Es un robo
de las sociedades "organizadas" en contra de los hacedores
de las riquezas, acumuladas con desequilibrios aberrantemente
clasistas, en desmedro de las masas. Los Pensadores tienen la
obligación de exponer sus ideas, tanto como los escritores, para
reflejar el tiempo en que se vive, en procura de lograr la Unidad
preconizada en el III CONGRESO INTERNACIONAL DE POETAS Y ESCRITORES
"JORGE ALIAGA CACHO", intención a la que se adhieren
importantes Instituciones culturales, dignas de ser oídas. Pero los
"gobiernos" payasos no se detienen en estudiar la historia
y las causas que originaron las crisis que fueron estudiadas por Marx
o Hegel, y por Engels y otros adalides que largo sería nombrar. El
más simple razonamiento nos lleva a la conclusión de que fue el
egoísmo, la egolatría, el individualismo y la soberbia del
capitalismo lo que creó los reyes, príncipes, duquesas, princesas y
otros séquitos de repugnante "aristocracia". No olvidemos
que El Che fue una persona adinerada, como Bolívar, como González
Prada, como Alfonso Ugarte, y como otros auténticos patriotas que
abrazaron la causa justa de las luchas sociales, sin importarles para
nada el dinero acumulado en sus familias. En ningún momento hay que
olvidarnos de las inmensas posibilidades perdidas por la negligencia
y por la estupidez de la "democracia" dominante y
avasalladora de los derechos de las comunidades, hoy postergadas
gracias a las diferencias de clase propiciadas por el salvaje
capitalismo y sus nefastas organizaciones. No caigamos en el juego de
las cortinas de humo para cubrir las atrocidades de los políticos.
Bueno, me parece que debo acabar.
Gracias por inducirme a trazar unas
cuantas nuevas líneas; y otro abrazo siempre fraterno, combativo y
revolucionario.
Comentarios