Infierno en Mesa Redonda
Edición 2011
Luis Quispe Cama
"Me encontraba conduciendo el auto a la altura de la cuadra 7 del jirón Cusco en lento desplazamiento a causa del congestionamiento automotor y el fluido tránsito peatonal. De repente entre el bullicio de los vendedores ambulantes y el toque de claxon de los vehículos exigiendo de ese modo aligerar el avance de los autos, se escucharon las primeras detonaciones y luego las aterradoras explosiones. La quema de los aparatos pirotécnicos era como si nos estuvieran bombardeando. La gente aterrorizada comenzó a correr en diferentes direcciones y al grito de "¡socorro, socorro!", las mujeres clamaban "¡Mis hijos, mis hijos!". Otros en busca de refugios libres del siniestro corrían, mientras las llamas avanzaban imparables hacia nosotros. Entonces descendí de mi auto y obligué a mi pasajero bajar del vehículo y que escapara antes de ser abrazados por el fuego que ya se encontraba muy cerca de nosotros.
En el acto corrí con desesperación en busca de un lugar seguro y al mirar a uno de los edificios, veo con el dolor en el alma como las personas se lanzaban de lo alto fugando de las llamas que ya cubrían lo alto de las galerías".
En la explicación, obviamente tensionado, el taxista agregaba: "Dos horas después retorné entre la humareda en busca de mi auto y quedé aterrado al ver el vehículo convertido en chatarra humeante..."
Breve fragmento del libro "Infierno en Mesa Redonda".
Adquisición del libro
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telf. 339-0252
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