José Orlando Salvador Temoche
José Orlando Salvador Temoche
DE TI ME DESPIDO
Ubérrima campiña
lugar paradisíaco
con alma de niña
que gusta y agrada
así es mi tierra amada.
De variada gastronomía
que conquista paladares
tus hermosos lugares
únicos y fascinantes
encantan a los visitantes.
De historia milenaria
que enaltece y asombra
tu gente extraordinaria empeñosa,
generosa,gallarda y afectuosa.
Tus tradiciones legendarias
de mitos y leyendas
enriquecen tus sendas
los brujos curanderos
y los afamados galleros.
Eres la venus de la región
lo asevero con razón
mi tierra predilecta
placentera y selecta.
FUE AYER
Recuerdo ese hermoso día
que nuestras almas se entrelazaron
tus labios con los míos se besaron
y marcados de amor quedaron.
Como dos gorriones en el nogal
que se deleitan al amanecer
así era nuestro amor al parecer
ahora pertenece al ayer.
En la escuela nos divertíamos
contentos y alegres nos veíamos
jugábamos hasta más no poder
pues un perdedor tenía que haber.
En cada uno de nuestros cumpleaños
el mejor regalo era estar juntos
e imaginábamos muchísimas cosas
así por ejemplo nuestra casa con paredes de rosas.
Los domingos por la mañana
siempre puntuales en el parque Esperanza
como los soldados despiertan al sonar la diana
ahora, melancólico me deprime tu añoranza.
Inmóvil, desválida y sin sonrisa
vamos yendo a tu última morada
te querré para siempre bella Luisa
adiós, adiós mi mujer amada.
DE TI ME DESPIDO
Ubérrima campiña
lugar paradisíaco
con alma de niña
que gusta y agrada
así es mi tierra amada.
De variada gastronomía
que conquista paladares
tus hermosos lugares
únicos y fascinantes
encantan a los visitantes.
De historia milenaria
que enaltece y asombra
tu gente extraordinaria empeñosa,
generosa,gallarda y afectuosa.
Tus tradiciones legendarias
de mitos y leyendas
enriquecen tus sendas
los brujos curanderos
y los afamados galleros.
Eres la venus de la región
lo asevero con razón
mi tierra predilecta
placentera y selecta.
FUE AYER
Recuerdo ese hermoso día
que nuestras almas se entrelazaron
tus labios con los míos se besaron
y marcados de amor quedaron.
Como dos gorriones en el nogal
que se deleitan al amanecer
así era nuestro amor al parecer
ahora pertenece al ayer.
En la escuela nos divertíamos
contentos y alegres nos veíamos
jugábamos hasta más no poder
pues un perdedor tenía que haber.
En cada uno de nuestros cumpleaños
el mejor regalo era estar juntos
e imaginábamos muchísimas cosas
así por ejemplo nuestra casa con paredes de rosas.
Los domingos por la mañana
siempre puntuales en el parque Esperanza
como los soldados despiertan al sonar la diana
ahora, melancólico me deprime tu añoranza.
Inmóvil, desválida y sin sonrisa
vamos yendo a tu última morada
te querré para siempre bella Luisa
adiós, adiós mi mujer amada.
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