JOSÉ ANTONIO ARANDA RAMÍREZ
José Antonio Aranda Ramírez, nació en la provincia de Aija, Ancash - Perú el 3 de abril de 1969. De muy pequeño llega a nuestra ciudad huachana donde vive buen tiempo, realiza sus estudios básicos en el colegio Mercedes Indacochea desde 1973 a 1979. Luego secundaria en el Colegio particular “Nuestra señora de la Merced” desde 1980 a 1985. Siguió estudio superiores de Ingeniería química en la Universidad Nacional José F. Sánchez Carrión de Huacho, carrera que luego revalidó en el país de México en la Universidad Tecnológica de Tabasco.
Anduvo unos años en Japón y frente al Parque Ueno en Tokio, pensó alguna vez con la pluma en la mano que la fascinación de la creatividad era real, tanto que se llenaba el espacio. Anduvo en México unos años y frente a la selva de Tabasco y en la bahía de Campeche y las plataformas petroleras de Cantarell encontró una forma de vivir. Recaló de nuevo en Perú. En el 2007 obtuvo el primer lugar en el concurso «Prata da Casa» de poesía en Macae, Río de Janeiro, a raíz de esto en el 2008 publica en Argentina su libro “ Del Amor y otros menesteres”, ediciones Artnovela.
En el año 2009 publica en Lima su poemario “ Sencillas Promesas”, dos poemas de esta trabajo fueron escogidos para conformar el anuario antológico virtual, Gira poema 2009, en celebración del Día Mundial de la Poesía. Sus poemas además han sido publicados en diferentes medios periodísticos de Ancash. Actualmente además de su labor literaria trabaja como ingeniero de procesos en Petrobras Perú en Talara, e integra la lista de nuestros socios desde el año 2009.
"Lesa humanidad"
Las mandíbulas
estaban esparcidas en las vitrinas
en el granero del vecino.
El pobre Hal Jalabi gritaba
rebuscando su voz entre los muertos
todos habían muerto aquel día
su abuelo murió de viejo
a su madre la asesino la tarde
al aproximarse la luna en racimos dorados
la mataron las horas
le estrujaron el rostro
le enmohecieron las manos
le secaron la boca.
Era triste ver a Hal Jalabi andando
a cuclillas y arrastrando
era triste verlo recordar la flor de otoño
que sembró en su patio
tenía hambre
tenía sed
nada más tenia.
Bebió el viento que se lo llevó
sobre la triste miseria replegada en el asfalto,
quiso volver atrás
ver la cara de Hal Daya
la verdulera de la esquina
la encontró junto al cadáver
de un perro flaco
que siempre le robaba la basura
quiso ver a las palomas
los gallinazos grises.
Escucho que le gritaran desde la mezquita en ruinas:
"(amwal matrukeh)” “ Es propiedad abandonada”
Quiso llorar y sin lágrimas solo eso pudo
se sujetó la cara con violencia
susurró despacio.
Pensó en Tzipi Livni
la mujer del bello rostro
caminó despacio…
Encontró la sangre de su hermano
se le desgarró un brazo
se le fue colgando el zapato
encontró la sangre de uno de sus atacantes,
se lamentó mil veces.
Se le rompieron el fémur y el peroné
se fue pudriendo
Hal Jalabi era su nombre, tenía 6 años…
Y era palestino.
VÍA LÁCTEA
Significa,
camino a un mundo de leche,
donde los niños
tienen a la mano
la teta materna y la teta paterna.
Si hay quásars,
radio estrellas, supernovas
y demás cuerpos luminosos
es porque la leche se ha ido enfriando
y a la distancia brilla
como tus ojos cuando lloras
amor mío.
Si hay polvo cósmico,
meteoritos, implosiones elásticas,
esa es la mierda de los niños
que nunca viajaron,
y se quedaron sin leche en el Perú
y el universo estalló,
en sus intestinos vacíos,
sobrecogiéndolos de miedo,
y todo lo demás se contrajo en el hielo,
en la radiación
de Chernobil
guerras de Vietnam e Irak.
y toda esa sombría memoria.
Hasta que el capitalismo y la tecnología,
violaron la paz de la pobreza
y sorprendieron
a nuestro Inca Atahualpa,
mirando al dios sol
como un idiota,
y esto de idiota lo digo en mi idioma
con sincero y exaltado respeto.
Ósea que la vía láctea
es la teta del Universo,
no vayas a vender tus senos
y tus orgasmos amor mío.
En el futuro que es lo mismo
que en el pasado,
sólo los que posean cohetes
y rampas capaces de vencer
la gravedad terrestre,
podrán abastecerse de leche,
yogurt y queso parmesano
Pero mientras tanto los niños del Perú,
seguirán como pescados secos
y salados.
A la luz de la luna
de noche, con viento…
en una caleta vacía.
PASIÓN DE LA TORMENTA
Cuando veo tormentas,
cuando siento el ruido de tus labios,
me acuerdo de ti,
te veo venir
con los brazos abiertos
con el vestido flameando
con las flores húmedas
que la seda deja
en el oscuro sendero
empedrado de luceros.
Llegas a mi
y en mis labios
el viento cesa,
y tus harapos espléndidos
se desvanecen
y tu risa llora
Feliz ...
cuando los luceros
se desprenden
y surcan
el silencio herido.
Como piedras
que me van golpeando
el corazón.
Entonces te siento mía
y desnuda
y tu piel la mido
con mi arte suicida.
Tus ojos brillan
como estelas dormidas
y vas desatando
gemidos
que tu voz va abandonando.
Tu cabellera es un chorro
que va cayendo en el tiempo
y tu cuerpo
un retrato
que queda grabado en mi.
Pero cuando la tormenta cesa,
tu risa se desvanece
en el solitario eco
de las aguas,
mis manos largas
se lastiman con tu ausencia.
Y salgo a buscarte
por todos los zócalos del universo,
en cada polen
de las rosas,
en cada vestido desgarrado,
en el terciopelo
de las nubes,
en las esquinas
de todos las locuras.
Pero no te encuentro.
Y la tormenta retorna
ciclicamente
con más impulso,
con mas fuerza
y arrasa las aldeas
las peluquerías, los bazares y la gente atónita
que se desliza por el viento.
Y yo te amo
con una ola de frío
en mis huesos y una luna arrimada
que se queda sudando.
Por mi fuego.
Carta para un amigo muerto
(A la memoria de mi Padre)
Te fuiste un día
cruzaste esta puerta,
me miraste
con los ojos con que se mira el pasado
pero no recuerdo
por qué te fuiste,
por qué al irte
dejaste tras de ti
miles de cosas
que aún sigo recogiendo.
Pero te extraño
me haces falta
he querido comunicarme contigo
he rodado por el cementerio varias noches
tu tumba está gastada
tú lápida forzada
el guardián me ha dicho
que han querido profanarla varias veces.
A estas alturas del año
casi todas las noches
el cielo está encapotado
llueve a raudales
la lluvia inunda mis ojos
desborda poco a poco
los días que pasamos juntos
esa misma lluvia
borra todo rastro que marcaste
en el camino.
Si vieras cómo gotea mi ventana,
cómo el cielo se parte y ruge
cómo sudan mis manos
cómo se estremece el alma
Eres un ingrato
de cualquier forma
debes venir a verme
yo no he cesado de observarte
en los ojos de los niños
en el vuelo de las aves
en el contorno de los libros.
Ayer fui a pasear por el manicomio
varias veces me he confundido
creí verte bajo una escalera
cortando hojas secas
contando los minutos que dura el silencio.
Quise meterme ahí dentro
pero me atraparon varios hombres de blanco
y junto a unos locos
me subieron a un camión
y me botaron muy lejos de casa.
Qué pena me dan esos locos
ellos no tienen familia
los han olvidado para siempre
no comprendo
por qué los tienen que botar
ni siquiera los dejan en conjunto
uno a uno los van botando
los dejan solos
a merced de la cordura.
A nosotros no nos quieren ni afuera
ni en el manicomio.
Estoy comprendiendo por fín
el contorno de los días
la otra vez logré atrapar una hora
y la pelé como,
una fruta pequeña
no encontré nada nuevo
dentro de ella estaba yo
pelando algo parecido a un níspero
Sobre mis escritos
te puedo decir mucho
me he abastecido de mucha luz
una vela pequeña me alumbra en la noche.
Sobre mi memoria
he instalado
una arquitectura de recuerdos
si vieras cómo florecen
las flores dentro de ella
si vieras cómo un océano de fuego
va terminando
con mis huesos.
Cuando se acabe
la última vela que guardo
voy a mudarme al cementerio
aunque es difícil
allí la gente se pelea
para obtener una vacante.
Cada difunto con sus deudos
y sus baúles
de bordes de oro
de bordes de metal
de bordes de fierros oxidados
tu mismo haz de darte cuenta
tú lápida la han querido profanar.
Afuera del cementerio
hay una larga hilera de gente
voy a ir a cuidar tu tumba
voy a procurar que no me descubran
y cuando eso suceda
entre los muertos y la lluvia
ya no me botarán...
De Sencillas promesas
Lima. Mesa redonda 2009
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