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Vladimir Villavicencio Angulo

MUSA DE VIENTO Autor:   Vladimir Villavicencio Angulo , Poeta huarino residente en Huaral. Hemos inventado el morir sin morir el morir sin vivir y la ecuación de una memoria inventando el arte de amar que conoces los colores de la tarde diamante sin percatarnos de las locas pasiones y los dientes blancos abriendo sus manijas en la arena de sueño soñoliento y la nota musical del estío que nos acoge con sus ramas y ojos tiernos y el vaporoso fulgor celeste donde tú eres la musa de viento fresco Ardiendo en el manjar de los labios hemos inventado... ¿Recuerdas? las cosas ocultas de nosotros sobre las olas que debieron en su momento abrir sus alas a la verdad y sin embargo a pesar de la tarde somos lo que somos y estamos aquí escuchando los sones de Navidad con papá Mamá... Jany en el cielo de donde nos miran porque eres la musa de viento y fuego el instinto y pretexto de esta imagen para escribir lo que no se olvida al principio, debajo de los cabellos del lucer

EL JUICIO DE JUANCHITO

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EL JUICIO DE JUANCHITO Ésta es la historia de Juanchito, un profesorcito, que a diario salía apuradito al trabajo. Menudito pero ya madurito cumplía a diario su rutina de labor. Un día cuando se estaba bañando en plena ducha le ocurrió una anécdota que le causó algo de horror. Cuando el jabón que surcaba su espalda se cayó y se oyó por todo el baño un grito de dolor - ¡Ayayay!- con gran signo de exclamación. -¿Qué pasa?- se preguntó y cogió nuevamente el jabón que de sus manos se escurrió - ¿Qué te pasa?-, - ¿Por qué me agarras tan fuerte si sabes que mi cuerpo es resbaladizo y con mucho cariño yo te limpio? – exclamó el jabón. Juanchito creyó estar loco pues el jabón le estaba hablando y eso era sin razón. El jabón se paró algo tembleque pues el baño era un charco de agua caliente, y le volvió decir a Juanchito: - ¿Oye?, ¿Me oyes o te haces el loco? Juanchito lo miró y le dijo estoy apurado pues a mi trabajo debo llegar temprano; entonces, el jabón dio un silbido y de pronto saltaron