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Mostrando las entradas etiquetadas como Narrativa

Sansanguia, el Paraíso en Ámbar

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"Lorenzo" ( Cuento) Manuel I. Solórzano Montero.esposa Ursula Caldas e hijas (Foto Arriba) Familia Solórzano Caldas: Prudencio, Eloísa, Delia, Julia, Eugenio, Domingo, Clorinda, al centro Manuel Ignacio Solórzano y nietos (Foto Abajo) Al que llegaba por primera vez a Sansanguia, no le faltaba tema para iniciar la conversación, cuando se acercaba a la entrada de la vieja casona. Que era como un paréntesis acogedor en medio de la hostil lluvia que nos recibía. Desde nuestra salida de Ámbar a Sansanguia, dos cosas teníamos que darnos cuenta al momento de la partida: primero la ubicación del lugar, segundo de dónde había salido el nombre tan curioso y sibilino. Su dueña Delia Solórzano Caldas, a quien todos llamaban doña Delia, tenía un especial gusto por adoptar niños de la zona, así como de contar la historia de cómo su padre don Manuel I. Solórzano Montero comenzó con un terreno bien chico y posteriormente fue adquiriendo terrenos vecinos a lo

"LA CONFESIÓN" de Manuel Román Piñas Laura

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LA CONFESIÓN 1º LUGAR en Categoría Cuento  A través de los barrotes de la celda, Inocencio Caparachín contemplaba cómo el sol se unía con ese cielo metálico que se filtraba por los barrotes de la prisión. Así cuando el círculo rojo fenecía en el horizonte, Inocencio Caparachín se dirigía a su cama para continuar con el único acto decente que se había enfocado en los últimos años: leer todos los libros que tenía la pequeña biblioteca del presidio. Contrariamente a lo que se dedicaba, su compañero de celda se había acostumbrado a dormir plácidamente la mayor parte del tiempo. Este acto de evasión le daba la tranquilidad para leer y recordar los pocos buenos momentos que había vivido. Sus recuerdos se resumían a su infancia, su época escolar y el momento en que la conoció. Cuchillo, su compañero de celda, siempre le repetía que no podía comprender cómo podía disfrutar su estancia en un lugar donde todas las personas que le rodean maquinan la estrategia más ingeniosa para poder

"OLENKA" de Giovanni Escurra Lugo

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OLENKA La veíamos pasar en silenciosa admiración, bajo sus mejillas se encajaba una sonrisa perturbadora. Lo más sorprendente era su extrema sencillez, le bastaba con mojarse el pelo, hacerse una cola y sonreír, parecía no ser consciente de su belleza porque siempre andaba sencilla y nunca intentaba llamar la atención, aunque, claro, para nosotros y toda la comunidad masculina del colegio ella, sin quererlo, acaparaba todas las miradas.           Por lo que sé, tenía pocas amistades, su círculo social se limitaba a sus amigas de salón, pero poseía un grueso número de amigos-pretendientes. Lo sé porque era lo que veía a la hora de entrada, en la tarde, mientras las chicas, estudiantes de la mañana, salían, yo y mis amigos esperábamos que nos abrieran el portón y podía observar cómo una fila de muchachos se ofrecía acompañarla hasta la esquina o invitarle un helado. Ella era amable con todos; no, no confundamos era amable, solo eso.          Te acompaño, Olenka, ¿qué dices?, te i

"L I P L E" de Saúl Gárate Farfán.

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L I P L E (Distrito de Naván-Provincia:Oyón-Lima) Autor: Lic. Saúl Gárate Farfán. Etimología.- El  nombre de Liple, anexo  del  distrito  de  Naván,  se  dice  provenir de  dos  sonidos onomatopeycos:  LI-PLE. Antiguamente los  primeros  habitantes de estos  pagos, no  sabían de   lo  que  es  cerrar la  puerta  de  sus  viviendas,  tan  alto  estaba  la  práctica del  valor de la honradez que  todas las  moradas se  “aseguraban” simplemente con un tronco  seco ya  de  molle, magüey o chirimoyo. Lugar por  siempre  ,  paso  forzado de arrieros,  caminantes, itinerantes que  transitaron  sus  sinuosos  caminos, que viniendo  desde la  costa unía   pueblos  engastados  en  las  estribaciones de su  caprichosa topografía hasta  llegar a los  pueblos  de la  parte  amazónica del  lado  contrapuesto de la cordillera  de Los Andes.  Se  dice, que  uno  de  tantos caminantes,  agobiado por el  cansancio , la  cercanía  de la oscuridad  de  la  noche  y  el hambre , solicitó  hospicio en  una

LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON

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LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON (Autor: Profesor Hipólito G. Yánac Rivera) Juan, un joven campesino soñó una noche que caminaba por un extraño camino de un lugar desconocido que, ascendía por un cerro de exuberante vegetación en cuya cima existía una hermosa casita blanca, rodeada de un jardín muy florido, al sentirse cansado por la caminata llamó a la entrada que, luego de unos minutos salió un anciano de barbas blancas, a quien le pidió que le diera posada y le brindara una taza de agua para mitigar su sed; y, al instante que le iba a dar la taza de agua se despertó Juan con la sensación que tenía mucha sed. A partir de esa fecha el joven Juan soñaba todas las noches caminando por el mismo lugar y repitiéndose la misma escena, habiendo quedado grabado en su memoria los detalles de su sueño. Preocupado por el sueño persistente le contó a su padre todo lo que le estaba sucediendo; y el padre le respondió que posiblemente se acostaba con sed y su sueño era una respuesta a esa necesidad.

Shanty y el viento de Ángel Gavidia

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Desde que Shanty se fue, mejor  dicho desde que lo echaron, en la escuela de la colina, el viento desordena los archivos, desprende las calaminas del techo, tira con fuerza las puertas, quita los sombreros y los cuadernos a los niños y hasta despoja de  sus sacos a los profesores. Parece que se hubiera alocado o que un extraño rencor le revolviera el alma. Y es natural. El viento se quedó sin amigo. Shanty lo tenía como  un perro manso, lo enviaba a elevar su cometa, a despellejar los árboles para que, con las cortezas o con las ramas secas, Shanty y el viento hicieran una fogata grande en las noches frías, allí en esa especie de choza de piedras superpuestas en la que Shanty vivía. Shanty no tenía padres. Sobrevivió como pudo a la orfandad total y,por eso, quizás, se hizo rudo y chúcaro. Tanto, que no encajaba en la escuela a la que intentó ir por varias veces. Los otros niños lo hostilizaban. Los maestros  calentaban sus manos ásperas a reglazos porque no llevaba susútilesescolares  

El mago mi amigo

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Había una vez un niño que era muy fanático de un mago, el niño pensaba que era el mejor mago del mundo pero el niño dijo en su mente: cuando sea grande yo quiero ser como el gran mago MAGINI. El mago es el mejor le dijo el niño a su compañero de clases; y el otro le respondió: tú eres muy mentiroso, el mejor es el mago RICARDO. El niño respondió: si tú quieres apostamos cincuenta céntimos, el niño le dijo sí voy apostar contigo. Corrieron a buscar cada uno a su mago, Carlos estaba buscando al mago MAGINI y Franco al mago RICARDO, felizmente que los dos encontraron a sus magos. Entonces los dos decidieron hacer un duelo de magos, su apuesta era ¡Quién era el mejor mago que hacia trucos! Los dos le dijeron a sus magos, pero ellos no estaban de acuerdo porque los dos eran amigos y ellos no se querían "pelear". Entonces los dos niños se pusieron muy pero muy triste, entonces los magos como no quería verlos tristes, los dos dijeron ¡sí, lo vamos a hacer! ¿Qué dijeron?, los dos niñ

EL ENCANTO DE LAS OVEJAS BLANCAS

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EL ENCANTO DE LAS OVEJAS BLANCAS Autor: Profesor Hipólito G. Yánac Rivera En un paraje o lugar inhóspito (agreste, deshabitado, solitario), llamado estancia vivían unos pastores de ovejas, que por su ubicación infundían melancolía (nostalgia, soledad, añoranza). Estas personas vivían aisladas de la mayoría de la población, haciendo una vida de ermitaño (solitario); siendo su compañía sus ovejas, sus gallinas, el gallo que le daba la hora y que le anunciaba el anochecer y el amanecer de un nuevo día, sus perros eran fiel compañero que, ahuyentaban los malos espíritus y les protegía de las personas extrañas que les podían hacerle daño o podían robarle sus pertenencias, sus animales o ahuyentar a los zorros que iban a cazar sus ovejas para comérselos. La vida de los pastores era monótona que, luego de tomar sus alimentos en las mañanas salían conjuntamente con sus ovejas para pastarlos. Éstas al salir del corral, empezaban a caminar buscando el pasto para su alimentación sin detenerse en

"CORTISIMO SUCESO" de Armando Arteaga

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CORTÍSIMO SUCESO (cuento brevísimo) Armando Arteaga Una mujer vestida de negro entra a una farmacia y le exige al farmacéutico:  -Por favor, quiero comprar arsénico. El arsénico es tóxico y letal . El farmacéutico quiere saber más cosas antes de proporcionarle la sustancia. - ¿Y para qué quiere la señora comprar arsénico? . - Para matar a mi marido.- ¡Ah, caramba!. Lamentablemente para ese fin no puedo vendérselo. La mujer sin decir palabra abre la cartera y saca una fotografía de su marido abrazado desnudo en una cama con la mujer del farmacéutico. - ¡Mil disculpas!, -dice el farmacéutico - . Atender por favor a la señora, no sabia que usted tenía receta.

ENTREGA TOTAL

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ENTREGA TOTAL (Relato del libro Forjando Voluntades) Aristóteles Requejo Armas -Son los jircas(*) los que no dejan que el agua baje…, comentaba un campesino mientras ascendía el cerro San Cristóbal dispuesto a demostrar que si el pueblo en conjunto participa, los jircas entenderán que en este lado del cerro, el agua es necesaria, para regar los pastizales y las cementeras. Inocentes de que la irrigación tiene un error de ingeniera, sube el pelotón de trabajadores, dispuestos a remover todo escombro que impida que el agua por fin baje. En medio de aquella bulliciosa comitiva, portando un barretón al hombro, asciende una madre, dispuesta a participar en aquella gloriosa jornada. El pueblo organizado, luego de ardua labor, consiguió a fuerza de pico y pala, convencer a los jircas que al agua hay que dejarlo correr. De aquellas fechas memorables de agua, jircas e irrigación, han pasado ya mucho tiempo. De aquella madre de familia que un día osó retar a los jircas mostrándoles en el hombro

Patricio Guzmán Cárdenas.

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Patricio Guzmán Cárdenas.es natural de Ecuador.   OBRAS PUBLICADAS. 1- Recorriendo los Caminos Olvidados 2- Paredes Blancas y Frías (poesía). 3- Desde mi Silencio (Poesía).4- Éxtasis (cuentos). 5- Poeta, un cuento (Poemas). PARTICIPACIONES Y RECONOCIMIENTOS. - 1- Finalista en la VI Bienal del Cuento Ecuatoriano: Pablo Palacio. Quito. 14 de Noviembre del 2001. 2- Tercer Lugar en el Concurso Binacional: Ecuador- Perú. Octubre del 2005 3- Medallas al Mérito Literario conferido por el Colegio de Médicos de Loja. 2007 y 2012. 4- Diplomas de reconocimiento por la Casa Museo Juan Félix Cortés de Trujillo-Perú, por sus recitales de Poesía. 2007 5- Certificados de Reconocimiento tanto por el Municipio y la Casa de la Cultura de Huanchaco. Octubre 2007. 6- Diplomas de Participación como Poeta y Narrador conferidos por la Universidad Nacional de Loja en el marco del III y IV Encuentro Nacional de Escritores, efectuados en la ciudad de Loja. Años: 2006 y 2008 respectivamente. 7- Miembro de Número

Amor amarillo - Cuento de Carmen Amaralis

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Amor amarillo ( amigos les comparto un relato verídico de mis años en Japón) Qué importaba si tenía los ojos más o menos oblicuos. Yo no notaba diferencias, ni entendía su rechazo. - Doctora, no puedo, no, es coreano. Mi padre jamás lo permitiría. Y yo que siempre pensé que el prejuicio era de blanco a negro, no podía entender que existiera prejuicio de amarillo a amarillo. Y comencé a mirar con más detenimiento, y a preguntar, y hablar, aunque en la mayoría de los casos no me respondieran. Un sirviente no le habla al amo. Un sirviente no mira a los ojos de su señor. Bueno, en mi caso a una señora. Imagino que para ellos, los coreanos, acostumbrados a que los señores eran siempre hombres, les costaba entender qué hacer con una señora encargada, científica. Era la primera vez que se topaban con esa situación. Yo era la única mujer entre setecientos científicos en el Instituto de Química Física de Tokio (Rikagaku Kenkiusho). Coreanos limpiaban baños, coreanos recogían la basura de los la

A MEJOR VIDA / Cuento de Juan Benavente

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A MEJOR VIDA I La tarde gris hacía buen rato que envolvía el panorama, cuando a lo lejos María inclinó la mirada y vio que su primo Miguel Sotomayor subía con dificultad la falda del cerro. Jadeando y sudoroso saludó a María quien, apresurada, lavaba ropa cerca al cilindro negro y brilloso recién adquirido. - ¡Hola prima! ¿trabajando duro? - Sí, pues, sino cómo. Mis ñaños ya están grandes y ya comen más. - Bien. Ya sanó, Poncio el curandero, me lo ha curado en un dos por tres; no sé, pero a ese viejo horrible, le tengo fe. Ligeramente ambos rieron, los ojos de Sotomayor recorrieron hasta donde el menor. A través del amorfo agujero de la cortina de hule que cubría su habitación rústicamente construida, mientras el niño con sus vivaces ojos siguió la imagen del tío. - ¡Hola panzoncito! – Se acercó. Su grueso pulgar resbalaba por el rostro suave del bebé, hasta que éste le tomó con sus manos e intentó meterse a la boca en señal de hambre. Sotomayor se hizo soltar y em

EL SOL Y EL CAMARÓN

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EL SOL Y EL CAMARÓN Cuento de Alberto Calderón Albarracín Hace mucho tiempo, el camarón fue un animalito de tierra firme. Vivía como rey, vestía elegantísimo. Por jugador perdió todo, quedando «pelado» o «calato» como se habla popularmente. Desdichado vivió larguísimos años ante el desprecio de hombres y animales. Escondido vivió como ermitaño y en su soledad, con bríos de reivindicarse ante los demás, logró adquirir habilidades nunca jamás vistas. Diestro a todo dar, primero jugó al póker con el campeón y se dice que le ganó hasta los naipes, luego se lió con hombres y animales, ganándole la corona y los aperos a la mula y al arriero, los zapatos a la vicuña, el reloj al relojero, las patas a la araña, la cola a la paloma y hasta los vivaces ojos al ratón. Vanidoso el camarón, fue más allá y le ganó el anillo a la reina, la lancha al pescador, a la corvina su gran sabor y al sastre las tijeras; dejó sin serrucho y sin martillo al carpintero, luego le ganó las tenazas al herrero. Con t

AMARU O LA TENTACIÓN

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Libro de Samuel Cavero Galimidi Fragmento del libro "Amarú o la tentación", novela que gira n torno a la destrucción del reinado Wari. -¡Chayamunñan...! ¡Chayamunñan...! -, se oyeron voces, gritos, correría sangre en las apacibles llanuras de Wari. Ya llegaban. Y el cielo, mudo testigo del holocausto de los pueblos, se tiñó de gris, tormento de sus ejércitos. -¡Es Wiraqocha Inka...! ¡Es Wiraqocha Inka...!-, se repetían aterrados los habitantes de Wari, mirándose los unos a los otros, sintiendo en sus gargantas el nudo indescriptible de la muerte. Decenas de hombres, con sus armas y a la carrera, se posesionaron sobre las pukaras; auscultaban el horizonte; agitado de sombras. Mientras tanto miles de guerreros del Inka, al mando del capitán general Apu Kunti Mayta, treparon la empinada quebrada esquivando los tunales que parecían altivos soldados, y se dirigieron presurosos hacia la ciudadela de Suntur Pampa. Iban provistos de champis decorados con plumas de colores, salpicados

Cuento: La estación

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Autor:  José Delgado Pimentel El viajero quedó mirando por un momento al anciano que le había relatado cuentos encantados, sin decirle nada se puso de pie, encendió un cigarro mirando con temor a todos lados, se abrigó con su bufanda y subió a su auto. En ese momento se dio cuenta que estaba al lado de una estación de combustible el la carretera y había pasado todo el día escuchando a aquel hombre que le había reparado el neumático. Su barba blanca, sus ojos profundos y ese hablar cansado lo habían introducido dentro de cada historia que le había contado. Encendió el motor y a través de la ventana puso dos monedas en las manos del viejo que le quedó mirando fijamente a los ojos. Viajaba sin compañía hasta la capital. Atónito aún por haber oído con lujos de detalles los relatos puso en marcha el vehículo. Un poco más allá se dio cuenta que había olvidado su periódico en donde había anotado un número de teléfono importante, y regresó pensando todavía en los cuentos increíbles que había e

El cigarrero de Huacho

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TRADICIONES DE RICARDO PALMA (Cuento tradicional sobre unos amores que tuvo el diablo) A poco más de veinticinco leguas de Lima hay un pueblo delicioso por lo benigno de su temperamento, por la fertilidad de su campiña, por lo sabroso de su fruta y, más que todo, por la sencillez patriarcal de sus habitantes; si bien es cierto que esta última cualidad empieza a desaparecer, para dar posada a los resabios y dobleces que son obligado cortejo de la civilización. Modesta villa de pescadores y labriegos, Huacho se encuentra situada en la ribera del mar y a una legua de Huaura, lugar famoso de los anales de nuestra guerra de independencia por el asilo que durante largos meses prestó al general San Martín y la reducida hueste de patriotas con que mantuvo en constante alarma al poderoso ejército realista. Sin embargo de su proximidad a la capital de la república, los huachanos creen en el diablo y en las brujas; y notorio es que Huacho es el único punto del mundo donde se conoce al maligno co

LA EDUCACIÓN DEBE SER PRIORITARIA

Por: Lic. Germán Rodas Vásquez Docente de la Provincia de Huaura Después de haber escrito varios artículos educativos sobre la Educación en el Perú, me he dado cuenta, hoy en día, el poco interés en el futuro por la Educación, teniendo en cuenta que los gobernantes de turno, específicamente en el Perú, no consideran a la Educación, la Ciencia, la Tecnología y la innovación como puntos prioritarios en su agenda política. Los gobernantes, los últimos años, sólo se han preocupado por la inflación o mejor dicho han estado obsesionados con el crecimiento económico. En el gobierno actual se ha dicho que se ha bajado el porcentaje de analfabetismo, que se viene mejorando el servicio educativo, entre otros puntos; es decir, si preguntamos a un Funcionario del Ministerio de Educación o a un político del régimen de turno cómo estamos en Educación, ellos nos contestarán que “estamos bien” o “hemos mejorado”. Lo que pasa es que somos muy triunfalistas, es decir, carecemos de humildad. Si a mí me p

José Maria Arguedas: WARMA KUYAY (AMOR DE NIÑO)

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WARMA KUYAY (AMOR DE NIÑO) José Maria Arguedas (Texto completo) Noche de luna en la quebrada de Viseca. Pobre palomita por dónde has venido, buscando la arena por Dios, por los suelos. -¡Justina! ¡Ay, Justinita! En un terso lago canta la gaviota, memorias me deja de gratos recuerdos -¡Justinay, te pareces a las torcazas de Sausiyok'! -¡Déjame, niño, anda donde tus señoritas! -¿Y el Kutu? ¡Al Kutu le quieres, su cara de sapo te gusta! -¡Déjame, niño Ernesto! Feo, pero soy buen laceador de vaquillas y hago temblar a los novillos de cada zurriago. Por eso Justina me quiere. La cholita se rió, mirando al Kutu; sus ojos chispeaban como dos luceros. -¡Ay, Justinacha! -¡Sonso, niño, sonso! -habló Gregoria, la cocinera. Celedonia, Pedrucha, Manuela, Anitacha… . soltaron la risa; gritaron a carcajadas. -¡Sonso, niño! Se agarraron de las manos y empezaron a bailar en ronda, con la musiquita de Julio: el charanguero. Se volteaban a ratos, para mirarme, y reían. Yo me quede fuera del círculo,